ASHAURI LÓPEZ



LA VIDA ME COGE


La vida me coge como si no me fuera a dar propina. Soy un silencio embarrado en el último ocaso que miraron mis abuelos mientras que la vida me coge y el cielo retumba, las máquinas se deshacen sobre el pavimento y nada se cuela, nada se estima, nada roza mi rostro en las noches después de que el sol me discrimina. Una rima al sol en silencio, el cigarro devorando su propia colilla y todo estalla de nuevo; las banquetas truenan, los árboles se retuercen y rozan mis pantorrillas, el cielo es un mar siniestro donde se sumergen todos los que tienen miedo. Dejo atrás el miedo. Recuerdo a mi madre, recuerdo al perro que me lamió la mano en la calle y me burlo de las piernas abiertas. Es el juego de llegar corriendo al lugar donde nadie te espera. Al lugar donde la vida se alza la falda y la aspiro como si fuera una blanca colegiala. Al lugar donde estallo, donde observo cómo el universo gesta nuestras entrañas hasta que mis abuelos se besan de nuevo y renazco como flor solitaria que lucha contra el pavimento. La vida me coge como si quisiera despertar a mi lado cada año nuevo, cada noche de calor donde desnudos le cantamos al fuego, cada martes, cada jueves, cada instante en que respiro, me tiro y derrito con el tiempo creciendo como helecho de sueños. La vida me coge y yo sigo enamorado del cielo.