ISABEL TEJADA


POR ORDEN

Primero fue la ola
el vaticinio de un ahogado

Más tarde
el trabajo del náufrago: hacer la isla
Olvidarse del barco
Contener el vacío en su propia cintura

Permitir a la noche el idioma de los solos

Saber
          perder



LA VERDAD


es que hago la cama como hago la vida
Militando el borde de todo lo que me socava
Rumiando un principio en cada desenlace
Sublevada de mí misma redonda de ignorancia
Boreal y equívocamente ambigua
El pecho condecorado con tus graznidos
Si me buscas hallarás en mí animales
Cisnes blanquísimos se arenan en esta piel
que espera ser mordida
Caballos ebrios de viento definen mis caderas
con su fiebre
Un gato se perpetra en cada pupila
ciñéndote a mí sin que te des cuenta
                                                             hasta que
                                                             ya sea demasiado tarde
Los lobos que me devoran no están a mis pies
Los llevo dentro