ALEIDA BELEM SALAZAR, @aleida_belem



NADA

  1. Para escribir nada se necesitan sólo unas cuanta palabras. Que digan nada. De nada. De ti.
  2. Escribir nada sería un asunto de abismos que se alzan en un cuarto sin ventanas y de puertas abiertas.
  3. Pensar en las posibilidades que no van a ocurrir porque de nada sirve que en estas manos se escriba si no las van a sostener.
  4. Un lugar en ningún sitio. Quedarse inmóvil. Decir: nada. Y el viento amortiguando el vuelo del ave.
  5. Esperar todo cuando terminamos siempre con las manos atascadas de nada.
  6. No saber qué se va a escribir desde el inicio. No saber nada: un puñado de letras que están por significar. Quizás todo, quizás nada.
  7. Y entonces, cuando por fin ocurra lo que está por ocurrir, se abrirá un espacio entre la palabra ajena y la propia, le llamarán: La Nada.
  8. Abrir la palabra nada: destriparla, despellejarla, hacerla nada. Que sea un eco conteniendo lo que siempre quiso decir.
  9. Aun cuando no seamos capaces de pronunciar palabra, eso, lo que no está, hablará por nosotros. De cuerpo a cuerpo. De nada a nada.  
  10. Una vez encontrado qué decir nos quedaremos con la nada haciéndonos mella en la boca.
  11. Esa palabra de cuerpo entero que rasga y que al mismo tiempo cava profundo; de ropas viejas, de modales discretos, de nada.
  12. Hasta este punto no se ha dicho todavía ni parte de lo que nada se quiere decir.
  13. Incluso podríamos escribir que no hay nada que escribir porque se nos han vaciado las manos. Porque la lengua nos la han castrado.
  14. Guardar en una caja la voz. Enterrarla para que no hable recuerdos. Hacer de cuenta que se ha marchado siguiendo a aquél que nos dejó nada.
  15. Llegar a punto, estar a casi, y aquí exactamente descubrir lo que no hay y no habrá: nada.
  16. Pero para entonces ya habríamos recorrido kilómetros, recortado puentes, desgastado el tiempo, y sin nada…
  17. …nos miraríamos asustados al espejo. Acobardados. Llenos del miedo que se siente por uno mismo. Ensuciados por nada.
  18. El hastío que simula ser nada todo el tiempo.
  19. Es este instante donde empezamos por escribirle a la trágica Nada.
  20. Usted va a terminar de darse cuenta que las palabras que lee hasta ahora no tienen ningún sentido. Que no hay nada.
  21. Al morir, cuántos no desearán que su epitafio diga: “Aquí yace lo que nada existió”.
  22. La noche está poblada de lo que nada pasó por el día. Por eso el insomne no duerme, porque intenta construir los hubiera.
  23. Y si quisiéramos inventar una palabra que exprese la quietud del árbol mientras duerme, escribiríamos “nada” en el tronco.
  24. No porque no haya nada significa que no existan las palabras para desperdiciar ciento cuarenta caracteres.
  25. Del mudo hay que aprender que nada está dicho.
  26. La espera es sentarse a ver cómo nada aparentemente transcurre. Las horas líquidas absorbidas por el tiempo. Así como si nada.
  27. Para viajar sólo necesitamos de la existencia, de una maleta vacía y de un libro que no tenga nada escrito.
  28. El desierto es una enorme hoja polvorienta donde la Nada es siempre el inicio de la historia.
  29. Estas palabras dirán: “Aquí no ocurrió absolutamente nada”. Y se van a ir como dejando partecitas de ellas.
  30. Como dejando piedras para regresar por donde vinieron. De la nada.