SER AMAR ES SER A MARES
- Árbol.
Os leería la seria,
sola Luna al alba
helada. La luz azul
alada le habla,
la anula. Los aires
al aire. El Sol obra.
- Ave.
Un anular ocaso.
Un ísatis nieve.
Un salaz óvalo.
La voz a las nueve,
ínsita, sinuosa,
coral. Una nueva.
- Desearte me trae
sed de saloma
y son a manos.
Y amo la sed.
Desearte me trae sed.
- Oda, la ola de ola
y la sed. Oír ese azar
tenue: se divide, se une,
traza ese río de sal
y aloe; da lo alado.
- Alba helada
la voz apaga.
Vaya vaga
paz ovalada
le habla.
- Océano. Mitad.
Animo mi nada.
Timón a eco.
- Oiré sol; eso, lo solemne.
Dénmelo. Sólo soy yo solo,
solemne. Dénmelo. Sólo sé
lo serio.
- Yo ya sumisa, y así.
Mona música. Yací.
Su mano, mi saya, sí.
¿Musa, yo, y?
- Hay revés a su maldad.
La musa leve remata,
se desdá de lo sedoso,
de soledad se desata,
me revela su maldad.
La musa sé ver, y ¡ah!
- Orar,
ser ola,
voces,
oído,
dios,
eco,
valor.
Es raro.
- ¿Oirás?
Orar es raro.
Ojos, oídos,
acaecer
a paso de dedos.
¿Aparece acaso Dios?
Ojo.
Orar será rosario.
- Osé ser ego,
calor, amor,
gozo, coz,
ogro, mar, ola.
Coger es eso.
- La sed anulo.
Bebo, me temo bebo
Luna de sal.
- - Ave, yo soy Adán.
- Y nada, yo soy Eva.
- Era, sí, verdad.
Es la falsedad.
Revisaré.
- Seda de los salaces son los lesos.
El sol nos seca las soledades.
- ¿La moda? Balas. Érase país y sí, a pesar, es alabado. Mal.
- Asirnos a Lao Tse, a esto, a la sonrisa.
- Oh, sabré ser ignífero,
lava, y así musa, la sumisa,
ya valore, fingiré ser Bashô.
- Oír, Ícaro: haya las areolas
aseadas—al amor, o la clamada
loba se seda. Veo, no las olas—
oír, iluso, rosa, la salada,
da ya Selene: usara ron. Os ama…
y al óseo Dédalo. Sí, sol a losa
sorda de lo salado, a la dama
amada, la oda, la soledad rosa.
Sol, ¿aló? Sí, sol a dedo: es ola,
y ama sonó rara (¿suene lesa?):
“Ya dad alas al as”; Oró su lirio:
“¡Sal; ósalo!” No evades esa bola:
da mal calor o mal asada. ¡Esa
sal! O eras ala, y—ahora—cirio.
- Ateo Pedro va para pavor de poeta.