PEDRO POITEVIN



SER AMAR ES SER A MARES

  1. Árbol.
    Os leería la seria,
    sola Luna al alba
    helada. La luz azul
    alada le habla,
    la anula. Los aires
    al aire. El Sol obra.

  2. Ave.
    Un anular ocaso.
    Un ísatis nieve.
    Un salaz óvalo.
    La voz a las nueve,
    ínsita, sinuosa,
    coral. Una nueva.

  3. Desearte me trae
    sed de saloma
    y son a manos.
    Y amo la sed.
    Desearte me trae sed.

  4. Oda, la ola de ola
    y la sed. Oír ese azar
    tenue: se divide, se une,
    traza ese río de sal
    y aloe; da lo alado.

  5. Alba helada
    la voz apaga.
    Vaya vaga
    paz ovalada
    le habla.

  6. Océano. Mitad.
    Animo mi nada.
    Timón a eco.

  7. Oiré sol; eso, lo solemne.
    Dénmelo. Sólo soy yo solo,
    solemne. Dénmelo. Sólo sé
    lo serio.

  8. Yo ya sumisa, y así.
    Mona música. Yací.
    Su mano, mi saya, sí.
    ¿Musa, yo, y?

  9. Hay revés a su maldad.
    La musa leve remata,
    se desdá de lo sedoso,
    de soledad se desata,
    me revela su maldad.
    La musa sé ver, y ¡ah!

  10. Orar,
    ser ola,
    voces,
    oído,
    dios,
    eco,
    valor.
    Es raro.

  11. ¿Oirás?
    Orar es raro.
    Ojos, oídos,
    acaecer
    a paso de dedos.
    ¿Aparece acaso Dios?
    Ojo.
    Orar será rosario.

  12. Osé ser ego,
    calor, amor,
    gozo, coz,
    ogro, mar, ola.
    Coger es eso.

  13. La sed anulo.
    Bebo, me temo bebo
    Luna de sal.

  14. - Ave, yo soy Adán.
    - Y nada, yo soy Eva.

  15. Era, sí, verdad.
    Es la falsedad.
    Revisaré.

  16. Seda de los salaces son los lesos.
    El sol nos seca las soledades.

  17. ¿La moda? Balas. Érase país y sí, a pesar, es alabado. Mal.

  18. Asirnos a Lao Tse, a esto, a la sonrisa.

  19. Oh, sabré ser ignífero,
    lava, y así musa, la sumisa,
    ya valore, fingiré ser Bashô.

  20. Oír, Ícaro: haya las areolas
    aseadas—al amor, o la clamada
    loba se seda. Veo, no las olas—
    oír, iluso, rosa, la salada,
    da ya Selene: usara ron. Os ama…
    y al óseo Dédalo. Sí, sol a losa
    sorda de lo salado, a la dama
    amada, la oda, la soledad rosa.
    Sol, ¿aló? Sí, sol a dedo: es ola,
    y ama sonó rara (¿suene lesa?):
    “Ya dad alas al as”; Oró su lirio:
    “¡Sal; ósalo!” No evades esa bola:
    da mal calor o mal asada. ¡Esa
    sal! O eras ala, y—ahora—cirio.

  21. Ateo Pedro va para pavor de poeta.