JOSEPH BRODKSY


PIEDRAS EN LA TIERRA (VERSIÓN DE NATALIA LITVINOVA)

Este poema es sobre las piedras que yacen en la tierra,
piedras ordinarias, muchas no conocen el sol,
piedras simples de color gris,
piedras comunes, sin epitafios.

Piedras que aceptan nuestros pasos,
blancas bajo el sol, y por las noches
piedras que se parecen a los grandes ojos de los peces,
piedras, que miden nuestros pasos,
eternos molinos del pan eterno.

Piedras que aceptan nuestros pasos,
como agua negra estas piedras grises,
piedras que adornan el cuello del suicida,
piedras preciosas, pulidas por la prudencia.

Piedras, en las que escribirán "libertad".
Piedras, con las que pavimentarán el camino.
Piedras, con las que construirán cárceles,
o piedras que se quedarán inmóviles
como piedras que no piden asociaciones.

Así
las piedras yacen en la tierra,
piedras simples que parecen nucas,
piedras comunes, piedras sin epitafios.


*


De ninguna parte con amor, undécimo de marzoctubre,
querida, respetada, amada, pero no importa quién,
sinceramente ni me acuerdo de tu cara, no tuyo,
y ya de nadie amigo fiel, te saluda desde los cinco continentes
sostenidos por los cowboys.
Te amé más que a los ángeles, más que a mí mismo,
y por eso ahora estoy más lejos de ti que de ellos.
Lejos, en la noche, en el valle, en el fondo,
en la ciudad cubierta de nieve hasta la manija de la puerta,
retorciéndome entre las sábanas, por suerte no más abajo,
golpeo la almohada mugiendo un "tú",
detrás de las montañas, sin bordes y sin fin,
con todo mi cuerpo en la oscuridad
repito tu silueta como un espejo loco.


*

¿Qué haces pajarito inquieto, sobre
esta rama negra, mirando a tu alrededor?
¿Quieres decir que aunque la honda es precisa
la vida es posible?

Ah no, cuando apuntan con la honda,
no me da miedo.
Tus conjeturas son peores,
a ellas miro de reojo.

Me temo que la jaula te atrae,
y ni siquiera la de oro.
Pero más vale cantar en una rama,
rara vez se canta en el vuelo.

¡No es cierto! Por la eternidad me siento atraído.
Ya la conozco.
Su primer indicio es la crueldad.
Y aquí estoy como en casa.